lunes, 25 de noviembre de 2013

THE ARTIST UN FILM MUDO QUE DICE MUCHO


LA PELÍCULA SORPRESA DEL AÑO

  
"Ha sido nominada en cuatro apartados a los Premios del Cine Europeo: mejor película, mejor actor, mejor fotografía y mejor música"
 
 
¿Puede resultar interesante un film mudo y en blanco y negro en pleno siglo XXI? ¿Puede tener una brillante carrera comercial? ¿Puede competir en la carrera de los Oscar? La respuesta a todas estas preguntas es: sí. The artist, dirigida por Michel Hazanavicius, ha sorprendido a propios y extraños desde su estreno el pasado 15 de mayo en el Festival de Cannes, donde su protagonista, Jean Dujardin, obtuvo el premio a la interpretación al mejor actor: “No tenía diálogos a los que agarrarme… Pero descubrí que el cine mudo era casi una ventaja. Solo tienes que pensar en el sentimiento que quieres mostrar”, ha comentado Dujardin con respecto a su trabajo. El reparto se completa con la coprotagonista Bérénice Bejo y unos secundarios de lujo como John Goodman, James Cromwell, Penelope Ann Miller o Missi Pyle. Según su director “Necesitaba actores expertos en expresar ideas, pensamientos y emociones con sus movimientos corporales y expresiones faciales”. Sin olvidar a Uggie, el perrito terrier que acompaña a Dujardin durante toda la historia, que ha cosechado tanto interés como el resto del equipo.

Desde mayo, tanto la crítica como el público le han dado su respaldo, aun siendo una película muda, solo cuenta en su banda sonora con música, y una fotografía en blanco y negro. Ha sido nominada en cuatro apartados a los Premios del Cine Europeo: mejor película, mejor actor, mejor fotografía y mejor música, obteniendo el galardón en este último para el músico francés Ludovic Bource, compositor habitual en la filmografía de Michel Hazanavicius, un pobre botín para las expectativas con las que partía. Sin embargo, su desembarco en Estados Unidos ha empezado por buen camino al obtener las distinciones de mejor film y de mejor director por la prestigiosa Asociación de Críticos de Cine de Nueva York (NYFCC, sus siglas en inglés). ¿Terreno abonado para los Globos de Oro o los Oscar? El enigma se resolverá en un par de meses.
            La trama de la película es bien sencilla, George Valentin, un actor en la cumbre del cine mudo, establece una relación sentimental con una joven actriz y admiradora suya llamada Peppy Miller (Bérénice Bejo). Valentin ve declinar su estrella con la llegada del sonido, pero en cambio el éxito sonríe a Miller. Algo que le ocurrió a muchas de las estrellas mudas a partir de 1927 con el advenimiento del cine sonoro. Como afirma su director “Perdimos un lenguaje universal y algo que era realmente específico del medio: contar una historia con imágenes en movimiento”. Y va más lejos al afirmar “La gente piensa que las películas mudas son intelectuales. Es justo lo contrario. Es realmente sensual. Más bien las películas habladas emplean el diálogo como manera intelectual de contar historias”.

            Toda la película es un homenaje a la época dorada del cine mudo, cuestión que ya tocaron magistralmente dos títulos imprescindibles en la corta historia del séptimo arte, como El crepúsculo de los dioses (1950), de Billy Wilder, y Cantando bajo la lluvia (1952), de Stanley Donen y Gene Kelly. Pero también rinde pleitesía a los musicales de Fred Astaire y Ginger Rogers o a las deslumbrantes coreografías de Busby Berkeley. Hazanivicius ha indicado que, aunque en los años 20 muchos países producían películas mudas como Alemania, Francia o Rusia, se decantó por las facturadas por Hollywood porque prestaban más atención a la trama. “Los sentimientos que describían las obras maestras de esa época eran humanos, basados en emociones reales y eso es lo que estaba buscando” comentó, aunque hace mención a los gustos de hoy al afirmar “Yo quería hacer una película moderna, es una película realizada en el 2010 no a principios de siglo y yo soy un director contemporáneo. Por otra parte, es una película feliz, muy divertida, por consideración con el espectador”.
 
"Toda la película es un homenaje a la época del cine mudo"
 
            Pocos directores contemporáneos se han arriesgado antes de Hazanavicius a realizar un film mudo sin que resultase ridículo o extravagante, los antecedentes más destacados comienzan en 1953 con el francés Jacques Tati en Las vacaciones de M. Hulot, Mel Brooks en la producción hollywoodiense La última locura (Silent Movie) en 1976, Ratataplan del italiano Maurizio Nichetti en 1979, la única incursión del trío español Tricicle en el cine con Palace en 1995 y, la más reciente, en 2004 The Deserter, una obra menor, del norteamericano Eric B. Borgman.

            El director francés, conocido por sus anteriores trabajos cinematográficos como la saga OSS 117, parodia de los films de James Bond, ha manifestado “Todos te dicen que no se puede hacer porque nadie quiere ver una película muda. La primera persona a la que tuve que convencer fue a mí mismo” y en relación al rodaje, que se realizó en Los Ángeles, que "Les extrañó que unos franceses vinieran a Hollywood a contar una historia que es suya”.
 
            The Artist es una bocanada de aire fresco o, mejor, una "delicatessen" francesa para la pantalla en estos tiempos que corren, donde el dominio de los efectos especiales y el 3D impone una férrea dictadura sobre los espectadores. Sería paradójico que un film mudo ganase el Oscar a la mejor película ochenta y tres años después de que Wings (Alas) lo consiguiese en la primera entrega de los premios, siendo esta la única película muda que lo ha logrado.
             El tráiler de la película puede verse en el siguiente vídeo:
 
            Michel Hazanavicius se confiesa al decir “Viendo una película muda, siento lo mismo que cuando iba al cine siendo niño. Quería compartir esa sensación con la audiencia actual”. Realmente podremos comprobarlo a partir del próximo viernes 16 de diciembre cuando su película se estrene en todo el país.
 
RAFAEL ÁNGEL ANGULO FLORES.
(Diciembre de 2011)


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